Intentó enredar sus dedos en la red, fallando por milímetros.

Ella se inclinó para enredar sus dedos en el vello del pecho de Jack.

Morvan elevó una mano para enredar sus dedos en la cabellera húmeda de la joven.

Y volvió a enredar sus dedos fuertes en los de ella, tan suaves y excitantes.

Txomin la miraba jugar con el mantón, enredar sus dedos entre flecos, hilos y tela.

Rose contempló la espalda de Thomas y deseó enredar sus dedos entre aquel cabello, olerlo, besarlo.

Me miró un instante antes de enredar sus dedos en mi pelo y cubrirlo de espuma.

Empezó a desabrocharle la camisa, a tocarle el pecho, a enredar sus dedos con el vello.

Subió las manos hasta enredar sus dedos en el fino cabello de él para atraerlo hacia ella.

Esa forma de enredar sus dedos en su corto cabello...

En su lugar, le permitió enredar sus dedos con los suyos, cerrando la mano con firmeza alrededor de la de ella.

Esta vez fue ella quien alzó su mano para enredar sus dedos entre sus cabellos, que se desviaron hasta su nuca.

Luis estaba atormentado por sus propios remordimientos; se frotó los ojos y volvió a enredar sus dedos en su pelo castaño.

Sentábase en el suelo y la dama empezaba a enredar sus dedos en los largos bucles color castaño de su hijo.

Después ella metió la mano por el pijama y comenzó a acariciarle el pecho y a enredar sus dedos en el vello.

Una necesidad casi primitiva la obligó a levantar la mano y enredar sus dedos en el pelo que ocultaba la nuca de Jafar.