Una escarcela llena de monedas obra milagros.

Resonaron los aplausos y el rey le lanzó al hombre una escarcela llena de anillos de cobre.

Llevaba incluso un sable de gala en la funda que colgaba de su cinto, y una escarcela llena de dinero en la cintura.

Cuatrocientos caballeros, los suizos de la guardia, los estradiotes de Nápoles, cuatrocientos lanceros franceses e infantes; según Julio II, "mi escarcela llena".

-Dicholo cual, le entregó una escarcela llena de monedas-

-No ,monseñor-repusoLeonardo, recogiendo la escarcela llena de monedas-,pero, de este modo, me humilláis, me hacéis sentir como Judas.