Nadie excepto la tormenta había presenciado su encuentro con los espíritus del cielo.

Los qaradjün lo usan pa convocar a los malos espíritus del cielo de abajo.

Umak elevó cánticos especiales para aplacar a los espíritus del cielo y de la montaña.

Observó cómo construían los espíritus del cielo un enorme anillo de arcoíris para el sol.

Para evitar el poder de tu espada, procuré a los espíritus del cielo y de la tierra.

Compasivos, los espíritus del cielo se habían llevado el doliente cuerpecito de la criatura, junto con su alma.

Puedo contar con que todos los malos espíritus del cielo y de la tierra se cebarán en su cuerpo.

Los espíritus del cielo.

Había dioses y espíritus del cielo, de las aguas, de los árboles... pero siempre los más temibles eran los subterráneos.

Cuando llegó la segunda noche, Arianda y Yurupary volvieron a examinar los espíritus del cielo y comenzaron de nuevo a presenciar la fiesta.

Cuando llegó el día, los dos jefes pusieron a un lado los espíritus del cielo y siguieron hablando sobre las cosas de la nueva ley.

No resistí mucho tiempo, me incliné y juré: "¡Jamás osaré estampar un beso en vosotros, labios, en los que flotan los espíritus del cielo!".

Por fin salió e hizo otro ofrecimiento a los espíritus del Cielo Azul.

Los Espíritus del Cielo Azul sin duda le habían gastado una broma a costa de ella.

Espíritus del cielo y de la tierra, escuchadme.

Pero en cuanto a los dioses, escuchamos a los espíritus del Cielo Azul por intermedio de nuestros chamanes.