Pero esa noche el estudio de baile no me sirvió de inspiración.

Y al día siguiente llegaba al estudio de baile y lo hacía mejor.

Como el estudio de baile de Al compás de la música.

Tenían unas máquinas espectaculares, sala de pesas, estudio de baile, sauna y piscina.

Empecé a dormir en el sofá del estudio de baile.

Y, cuando lo haga, siempre he soñado con abrir un estudio de baile para niños.

La planta baja es mi estudio de baile.

A la vuelta seguía teniendo reservado ese sofá del estudio de baile hasta que consiguió trabajo.

El primer mensaje era del estudio de baile ofreciéndole otra hora de ensayo para la mañana siguiente.

Me refiero a un estudio de baile.

Nos vemos en el estudio de baile.

Y, con eso, salí de puntillas del estudio de baile, a mi hogar lejos de mi hogar.

En mi estudio de baile había cincuenta niñas y, en el mejor de los casos, éramos dos niños.

Desafortunadamente, no estaba ni siquiera cerca de cumplir su otro sueño: tener algún día su propio estudio de baile.

Una peluquería enorme, de suelo brillante, con un espejo que cubría una pared entera como un estudio de baile.

Habían dejado a Noémie en casa de su madre, en el apartamento que había encima del estudio de baile.