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Es un trono eterio y fue dedicado al Don... hace doce siglos.
2
Mándos despertó en la cubierta del barco eterio aferrando la lanza.
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Pero quien respondió fue el príncipe eterio desde la blanca nave de los peregrinos:
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El bajel se acercó al embarcadero y un guerrero eterio agitó el brazo en señal de bienvenida.
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Cuando Mándos, en un éxtasis de contemplación, susurró esta última imagen al príncipe eterio, este solo respondió:
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Un regalo de un arquitecto eterio.
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Thâre alzó por primera vez sus ojos para buscar seguridad en los del príncipe eterio; luego miró hita e intensamente al Sárkkoç.
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Con un gesto inmediato, Eterio lo detuvo extendiendo su mano hacia delante.
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Eterio continuó hacia el interior después de haber murmurado un leve saludo.
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Ante el silencio intencionado de Eterio, Martín lo instó a que continuara.
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Eterio esperó paciente a que todo acabara, impertérrito ante el sufrimiento ajeno.
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Sinticio me explicó que en aquel lugar dormían Chindasvinto, Eterio e Ibbas.
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Dejé de aburrirme en las clases y de tener problemas con Eterio.
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Concluido el ritual, Eterio y yo salimos a toda prisa de Pravia.
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Eso, al menos, dicen los eterios, acaso el pueblo más sabio.
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A Martín le costaba aceptar la extrema frialdad con la que hablaba Eterio.