1
El grupo de monstruos se detuvo y parloteó en una extraña jerigonza.
2
Y ahora tengo que hablar con él en una extraña jerigonza.
3
En tanto escuchaba su extraña jerigonza, me apretaba la nariz para no estornudar.
4
El exorcista empezó con una extraña jerigonza, palabras y lenguaje que nunca había oído.
5
Vocifera, en la creencia de que cuanto más grite mejor comprenderá ella su extraña jerigonza.
6
Después empezó a canturrear en una extraña jerigonza.
7
En su extraña jerigonza, advirtió que los fomentos se estaban enfriando, y al decirlo miró fijamente a Grigulévich.
8
De tanto en cuanto mascullaba para sí en una extraña jerigonza ininteligible para aquéllos no versados en las artes de la taumaturgia.
9
Se acercó a Ricardo, le asió del antebrazo y tiró de él hacia la fuente sin dejar de hablar en aquella extraña jerigonza.
10
Unió ambas manos en torno a la lanza y comenzó a recitar otra vez aquella extraña jerigonza que había cerrado la casa unas horas antes.