Era un extraño contrapunto de su entusiasmo por la vida en general.

Bajo sus coléricos alaridos, los sollozos de Roman ofrecían un extraño contrapunto.

El ronroneo del animal resultó un extraño contrapunto a la apacible voz de Moraine.

Se disponía a contestar, cuando Alison habló de nuevo, en extraño contrapunto a sus pensamientos.

Es un cuadrito muy antiguo, flamenco, lleno de color, que le sirve de extraño contrapunto.

La sensación de urgencia que acababan de experimentar parecía un extraño contrapunto a sus actitudes relajadas.

En su lugar, alguien había puesto un macetero enorme con unas palmeras que ofrecían un extraño contrapunto.

El glup-glup de las bombas marcaba un extraño contrapunto que llenaba la oscuridad con una atmósfera de urgencia.

Nos llovían tridentes que impactaban contra el suelo con un sonido vibrante que marcaba un extraño contrapunto metálico.

Sus jadeos hacían un extraño contrapunto con el pase de lista que había abajo en el primer piso.

Néstor puede oír cada una de sus palabras, y son como un extraño contrapunto para lo que sucede dentro.

Esto tenía un extraño contrapunto.

Era un extraño contrapunto.

Una especie de crujidos y chirridos metálicos, que no parecían venir de ningún sitio en concreto, añadían un extraño contrapunto.

Seis años de combates le habían proporcionado a Tomas un extraño contrapunto a los sueños que seguían turbándolo al dormir.

La cadena que le perforaba la nariz tintineó con suavidad, en extraño contrapunto con el demencial rugido de su risa.