Parece que los bombardinos, los clarinetes y los fagots eran los más sospechosos.

El concierto de los sapos en los fagots brujos, concordaba repitiendo:

De las pangas hizo descender violines y fagots, la tuba y el contrabajo.

En un bosquecillo de fagots había un estanque de luz.

La delicadeza del clarinete junto a los fagots y el oboe manifiestan un estado de melancolía.

Habrás necesitado flautas, clarinetes, oboes... e incluso fagots.

Pequeños fagots desafinados ululando en la boca de mi estómago y milpiés patinando por mi nunca.

Una vez vendí fagots y son muy caros; además, creo que es un instrumento extremadamente difícil de tocar.

Se oyó un fragor de trombones, trompas y fagots y luego el ruido ensordecedor de un gong gigantesco.

Quise decirle que cuando era un joven compositor había compuesto una pieza para dos clarinetes y dos fagots.

Era como una sinfonía inspirada en la peste, con tubas, fagots y un repetitivo estribillo de flautas chillonas.

Los sonidos le causaban vértigo: los oboes, los fagots, las voces, la gran marcha del tema de la fuga.

Yo creía escuchar el son triste de un coro de cartujos, acompañado con el bronco mugido de los fagots.

Música de fagots en palacio.

Había veintidós músicos de orquesta, compuesta de violines, violonchelos, flautas, fagots y un arpa, en el estudio de grabación.

Y mientras sonaba el tema de Bach, yo oía, como de fondo, los fagots y los oboes que lo acompañaban.