1
Los bosones actúan de un modo exactamente opuesto al de los fermiones.
2
Esto significa, entre otras cosas, que el número de fermiones debe conservarse.
3
Cuando también se asigna masa nula a los fermiones, aparecen muchas simetrías.
4
No se puede construir un láser que dé un haz de fermiones.
5
Los bosones no obedecen el principio de exclusión de Pauli; los fermiones sí.
6
De modo que dos fermiones no pueden ocupar la misma butaca del teatro.
7
Las partículas pueden ser contadas de dos formas: como fermiones y como bosones.
8
Los fermiones no pueden aparecer y desaparecer de una manera casual.
9
El principio se aplica a fermiones de cualquier tipo, pero no a bosones.
10
Pero las transformaciones supersimétricas intercambian partículas que son manifiestamente diferentes: fermiones y bosones.
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El fotón está acompañado por otros cuantos y el electrón por otros fermiones.
12
Al mismo tiempo, las simetrías entre los fermiones comienzan a imponerse.
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Los átomos del helio-4 son bosones, formados por pares de fermiones.
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La situación es similar para números más altos de fermiones.
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La distinción entre fermiones y bosones es la gran diferencia en la física cuántica.
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Y todos los fermiones tienen antipartículas distintas de ellos mismos.
