Lawrence, desde su posición de flanker, apenas podía ver entre la maraña de piernas rebozadas en barro.

El flanker colgó las botas en mayo con el Northampton, por lesiones en un tobillo y en un dedo del pie.

Flanker supuso que mi reacción era un efecto de mi estado traumático.

Al menos necesitaba que Flanker me dejase en paz hasta la Superhoop.

Flanker miró a Braxton, luego a mí, luego de nuevo a Braxton.

Ahora lo único que Flanker tenía contra mí era un reloj atrasado.

No quería tener que lidiar con Flanker y con todo lo demás.

Mientras Drabb no informase a Flanker podría tenerle así toda la semana.

Te vuelves y sonríes al reconocer el rostro de Flanker el asesino.

Pero Flanker le puso una mano en el brazo y lo tranquilizó.

A Flanker se le ocurrió una idea y chasqueó los dedos.

Flanker achicó los ojos y me miró un momento sin hablar.

Cuando Flanker volvió a hablar, su voz contenía tonos de incredulidad.

Flanker le dedicó una mirada fulminante al neandertal, quien se la devolvió impasible.

Si las cosas se ponen feas, recuerda que Flanker también va al baño.

Todos los demás apoyaron con entusiasmo la propuesta de Flanker.