Habíamos estado jugando flippers en los Delta de los Dos Caracoles, me acuerdo.

Aquí hay un tiro al blanco y seis flippers y un punchingbag mecánico.

Casi de inmediato quedó claro que la máquina recaudaba más que los flippers.

Estaba en la entrada de una sala donde había videojuegos, flippers y algunos juegos mecánicos.

Un par de flippers, que no todos saben usar.

A veces hasta teníamos un piso entero solo para entretenernos, lleno de flippers y videojuegos.

Ding ding, la bola cruza loca entre los flippers.

En el garaje jugamos juntos con los flippers.

Debajo de una tapa de vidrio se destacaban los flippers de metal en un entorno colorido.

Otros prefieren los "pooles", y después los "flippers", de los bajos del Cine York.

Verdadero insider Como a tantos de su generación, los flippers o pinballs marcaron la infancia de Santiago.

Pueden ser los flippers, pero también los videojuegos, el animé, los cómics, la ciencia ficción o los dinosaurios.

Además hay cuatro máquinas de flippers y pinball, vistosas, colorinches, colocadas una al lado de la otra contra la pared.

Algunos no soportan los ruidos, las luces, los objetos que se muevan muy rápido o simplemente no les importan los flippers.

También se hacía presente en un sector especial del entonces local de Ahumada, el sector de los "flippers" o pinballs.

El balneario estaba vacío, inútil, solo un local de flippers y un bar y el ruido molesto y reiterativo de las olas.