Era difícil poder galopar de un modo continuo en aquellas pendientes arenosas.

Fuera resonaron muchas pisadas, como el galopar de una manada de animales.

Apenas había transcurrido una hora cuando oímos el galopar de muchos caballos.

Se alejaban, obligando a los caballos a galopar de un modo letal.

Era la primera monja que conocía capaz de galopar de esa manera.

Entonces, sin mediar más palabras, comenzaron a galopar de regreso al campamento.

Aquello fue un galopar de furias por las oscuras y estrechas galerías.

Se oyeron gritos de júbilo y luego el galopar de algunos caballos.

De repente se oyó el galopar de caballos acercándose por la calle.

Oí el rumor del frenético galopar de sus cascos en la distancia.

Intentó galopar de nuevo, pero un pelotón de guardias le había rodeado.

En esto se oyó a lo lejos el galopar de un caballo.

Escuché el galopar de un caballo hacia las tres de la madrugada.

Se preguntó si aquella noche ella escucharía el galopar de los caballos.

Se dio media vuelta sin más y empezó a galopar de nuevo.

Acercábase la aurora, cuando de pronto oyeron el galopar de un caballo.