Él no estaba muy atinado y yo andaba con ganas de gresca.

Corinne también había reparado en el grupito y aún tenía ganas de gresca.

Mantén la postura relajada, por si viene con ganas de gresca.

Marsh conocía aquella expresión, y le quitó las ganas de gresca.

De las puertas salen voces adormiladas de chicos curiosos con ganas de gresca.

Había ganas de gresca y el Roque se llevó un par de tozolones.

Venía el tío con ganas de gresca y se fue calentito.

Toto tiene ganas de gresca amistosa, de banderillazos bajo cuerda, de solapada garata:

Los dioses griegos son simplemente hombres con ganas de gresca.

No era de extrañar que estuviera de mala leche y con ganas de gresca.

Win, que no tenía ganas de gresca, se limitó a asentir con la cabeza-

Parece que usted viene también con ganas de gresca.

Los hombres tienen ganas de gresca, eso es todo.

Pero el tal Klaus todavía tenía ganas de gresca y se apresuró a obstruirles el paso.

Me adentré en el bosquecillo de pinos esperando que allí no hubiese nadie con ganas de gresca.

Si no tiene ganas de gresca por mí está bien, pero no hace falta que se enfade.