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Entró en el recinto de la granja montado en un garañón negro.
2
De repente comprendí adonde habría ido: a Estanza, a buscar el garañón negro.
3
El gran garañón negro ya estaba casi fuera de su pesebre.
4
De entre los pinos, precedido de un relincho, salió un hermoso garañón negro.
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El sendero vomitó un gran garañón negro, la cabeza erguida, las crines al viento.
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Yo agarro la noche y cabalgo en ella como si fuera un gran garañón negro.
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Ellas dicen que es un gran amor y se puede comparar con un garañón negro español.
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Orwin Shank le había dado un hermoso garañón negro, con fuertes patas y un ancho lomo.
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Dejó atrás sus provisiones, sus vestidos, sus caballos, entre ellos un garañón negro acabado de domar.
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Tras ellos, Yasmina vio un magnífico garañón negro, que ronzaba sobre un montón de hierba seca.
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El garañón negro, su jinete y la terrorífica hoja dominaban la escena, abriéndose camino hacia las puertas.
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Frente a ellos cabalgaba una figura oscura sobre el más grande garañón negro que haya visto nunca.
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Ser Hobber entró al trote procedente del este, montando un garañón negro con gualdrapa borgoña y azul.
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El garañón negro se le echó encima.
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Y todo por un maldito garañón negro.
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Busqué entre ellos el garañón negro.
