1
Las palabras del general púnico bien podrían aplicarse a mi propia vida.
2
El general púnico paseaba por su habitación, examinando planos y revisando documentos.
3
Los doce guardias mantuvieron su posición frente al gran general púnico.
4
Por otro lado, también había que enfrentarse con el general púnico.
5
Un general púnico cubierto de polvo y gloria, y además anciano, puede pasar.
6
El general púnico apretaba los labios mientras miraba a su alrededor.
7
El oficial sirio al mando se dirigió con cierto respeto hacia el general púnico.
8
El general púnico llegó hasta el campamento de los dahas.
9
El joven general púnico se enfrentaba a un dilema.
10
Pronto los romanos comprenderían que debían temer no solo por Aníbal, sino por otro general púnico.
11
El hecho de que esto no ocurriera refuta la teoría de que el general púnico estaba deseando combatir.
12
El general púnico no dijo nada.
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El general púnico volvió a inclinarse, dio media vuelta y marchó por el pasillo de acceso al exterior.
14
El general púnico se quedó mirando la enorme pila de cántaros de barro en donde la serpiente se había escondido.
15
Publio, en señal de respeto, se levantó mientras el general púnico hablaba y Lelio, por detrás, le acercó también una toalla.
16
De debajo de la túnica, el general púnico sacó una llave de hierro y la introdujo en la cerradura del baúl.
