El comandante López tomaba la palabra como un gladiador romano el tridente.

Tyrone rio como habría reído un gladiador romano entrando en el Coliseo.

Salió del Saab con el gesto triunfal de un gladiador romano.

Cintas color vainilla sujetaban sus rizos y calzaba increíbles zapatillas de gladiador romano.

Tienes ahora el aspecto de un gladiador romano que regresa victorioso de una batalla.

Todo cuanto le habían enseñado provenía de Renio, un soldado y gladiador romano bien entrenado.

Al entrar me sentí como un gladiador romano entrando en un estadio lleno de hambrientos espectadores.

Mira con la frente alta, como un gladiador romano; va rebosante de satisfacción, radiante de gozo.

El detalle daba a su portador un aspecto de gladiador romano que aumentaba aún más su corpulencia.

En Yuanbao es fácil notar la sangre del gladiador romano y los clavos del Jesús de los cristianos.

El gladiador romano, de pecho grande como un tonel, con su tridente y su red, entrando en el gran circo monumental.

Tenía la nariz afilada, el cráneo acalabazado, los ojos oblicuos, los dientes intactos y el porte equívoco de un gladiador romano.

Sus miembros estaban provistos de músculos duros y planos, como los de un luchador profesional o un gladiador romano, pensó Katinka caprichosamente.

Alana sonreía al ver a aquel enorme gladiador romano abrazando algo tan pequeño y tan frágil como Tamura con aquel cuidado infinito.

Tal vez un gladiador romano, o un Papa del Renacimiento, o incluso uno o dos hombres de Neanderthal...

Si le dicen que aquel hombre es un gladiador romano en una película de ambiente de los tiempos de Nerón, lo hubiese creído firmemente.