Los glucocorticoides son hormonas de la familia de los corticosteroides que participan en la regulación del metabolismo de carbohidratos favoreciendo la gluconeogénesis y la glucogenólisis; poseen además actividad inmunosupresora.
Se inyectó dexametasona, un potente glucocorticoide sintético que se usa habitualmente para combatir los edemas pulmonares en la alta montaña.
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La medida del éxito es la cantidad de glucocorticoide (una hormona del estrés que refleja el estado fisiológico) en la sangre.
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Birn cuenta que se inyectó Dexametasona, un potente glucocorticoide sintético que se usa habitualmente para combatir los edemas pulmonares en la alta montaña.
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Según la publicación, se autorizó el uso de una sustancia llamada Dexametasona, glucocorticoide sintético que se asemeja a las hormonas esteroides y sirve como antiinflamatorio.
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Para entonces, él también estaba lleno de adrenalina y coagulantes y glucocorticoides.
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Para los riñones le puso glucocorticoides y le dio un frasco de analgésicos.
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Los glucocorticoides, producidos por la corteza, controlan los niveles de azúcar de la sangre.
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Ahora sé que las neuronas de mi hipocampo debían estar hasta arriba de glucocorticoides.
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Ambos aparecen cuando el aumento de atención y motivación estimulan la actividad de los glucocorticoides.
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Los glucocorticoides y los inmunosupresores son algunos de ellos.
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Él también estaba lleno de adrenalina, coagulantes y glucocorticoides.
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Vigilan, olisquean y se estremecen cuando extrañas mezclas de adrenalina y glucocorticoides circulan torrenciales por sus arterias.
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En el estudio participaron más de 500 pacientes asmáticos que recibieron tratamiento de glucocorticoides orales o ningún tratamiento.
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Los glucocorticoides se añadieron a mi corriente sanguínea y se extendieron por todo mi cuerpo transformando el glucógeno en glucosa.
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En algunos casos se puede aplicar una crema con corticoides, ya que los glucocorticoides inhiben la liberación y el efecto de las sustancias infecciosas.
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Estudios anteriores desarrollados en roedores han constatado que el alcohol activa ciertos esteroides, los glucocorticoides, y puede estimular al organismo a aumentar su ingesta.