1
Después de haber pasado la batería habré llegado a la gran ensenada.
2
Acto seguido, viró en la gran ensenada y se dirigió a alta mar.
3
A primera vista, parecía que aquella gran ensenada se hallaba repleta de barcos enemigos.
4
Por fin llegamos a la gran ensenada de donde habíamos venido, y poco después anocheció.
5
A su espalda el sol empezaba a ocultarse y la gran ensenada se teñía de escarlata.
6
El suroeste de Nueva Guinea y una gran ensenada que se extenderá hasta el Gran Desierto Australiano.
7
Ante mí se extiende la gran ensenada de La Guardia, que permite explayar la mirada por el mar.
8
Partieron muy temprano a la mañana siguiente; giraron al sur, hacia la gran ensenada marina, siguiendo el río Usk.
9
Al final del brazo norte llegaron a una gran ensenada sombría y desolada que conectaba con el brazo sur.
10
Y así llegamos a la gran ensenada por la que habíamos venido, y al poco se hizo noche cerrada.
11
Hay una gran ensenada.
12
A pocas millas se halló una gran ensenada capaz de servir de puerto para los tres navíos en caso de necesidad.
13
Lancéme sobre los remos, crucé la gran ensenada y regresé doblando el promontorio del Buergenstock, bogando hasta el Matt, hasta Weggis.
14
El cauce del río se estrechaba, a poca distancia; mas luego se fue ensanchando hasta formar una gran ensenada a unas cinco millas del mar.
15
Allí colgaba acero reluciente, el más brillante de toda la Gran Ensenada.
16
Y allí, en Gran Ensenada, ametrallaba ballenas que acudían curiosas a la llamada de los reflectores.
