Incluso a aquella luz tenue, la grandiosidad del lugar me impresionaba.

Sobrecogido por la grandiosidad del lugar, superó el miedo y la sorpresa inicial y me preguntó:

La grandiosidad del lugar resultaba impactante.

Detrás iba Mat, callado por una vez en su vida, con los ojos como platos ante la grandiosidad del lugar.

La resplandeciente belleza, la abrumadora grandiosidad del lugar produjo la misma impresión en los expedicionarios que un fantástico espectáculo de rayos láser.

Tal vez, la misma grandiosidad del lugar lo volvió menos audaz, más apegado a una equilibrada geometría sensible, y finalmente más decorativo.

Néstor me contó que le enseñaba con orgullo la grandiosidad del lugar, como si fuera suyo, una característica de los empleados del Correo Argentino.

Miró a su alrededor boquiabierto; me observó a mí, el desorden, la grandiosidad del lugar, las ventanas, incapaz de decidir si estaba disgustado o impresionado.