Son guerreros sanos y fuertes, y vamos a necesitarlos esta noche.

Exigían que todos los guerreros sanos se uniesen a ellos.

No quería resultar ofensivo, pero sacrificar a varios guerreros sanos y leales le parecía, como mínimo, absurdo.

Eso le dejaba solo doscientos guerreros sanos.

Al igual que los guerreros sanos, el hombre rata infectado también se retiró, temblando visiblemente mientras observaba como el monstruo comía.

-Sies preciso, enviaré a guerreros sanos y villip jóvenes para que os ayuden, cuidador.