Después, esparcimos semillas de bergamota, equinácea, girasol, aciano y guisante de olor.

De tanto en tanto, cogían un guisante de olor y aspiraban su fragancia.

Toda aquella lencería, inmaculada, olía curiosamente a guisante de olor, perfume poco habitual.

Las des eran un exquisito guisante de olor.

Había una sopa fría de guisante de olor, besugo asado y, de postre, pudín de moras.

Sin ruido, un guisante de olor sembró sus pétalos sobre el secreter, dejando un pistilo al desnudo.

A lo mejor se ha disfrazado de guisante de olor y está plantada en un parterre de flores.

Plantó un guisante de olor.

Oreja Chata le mandó la noticia con un guisante de olor al botonero, deseándole eterno amor, felices bodas y abundante prole.

Eran guisantes de olor, demasiado frágiles para aquel desértico clima veraniego.

Tres brazos regordetes señalaron una distante maraña de guisantes de olor.

En mis brazos se amontonan dragoncillos, guisantes de olor y salvia.

Todo era aroma de flores de verano: guisantes de olor, alhelíes y resedas.

Dice que tiene que hacerles no sé qué a los guisantes de olor.

Estaba inundado del perfume a guisantes de olor y otras flores.

Los quinqués herbolario mostraban rosas de té, helechos, guisantes de olor.