El metal resuena en la piedra, pegando contra el borde de la fuente central del hermoso carmen, como llaman los moros a sus jardines.

Pero cuando descubra que Inés la gorda y la hermosa Carmen nos dejan en la estacada me hará picadillo.

Durante toda la cena "estuvo apagado, ensimismado, con algún que otro gesto de cortesía o cumplido para la hermosa Carmen.

Pensó en la hermosa Carmen y en Solly Puce apretado contra ella, sobándole el costado con una mano y riendo maliciosamente en su oído.

-Puesserá menester despertarlo -replicóel renegado- yllevárnoslo con nosotros, y todo aquello que este hermoso carmen tiene de valor.