Creyeron que la Doncella no era de este mundo, sino la misma hija de satanás.

Ella fue la culpable, ella, hija de Satanás... ¿Puede absolverme, padre Clemente?

Quizá tenía razón don Firmato: era verdaderamente la hija de Satanás.

Yo sé cómo hay que tratar a esas hijas de Satanás.

No voy a hablar de mi relación delante de la hija de Satanás.

Es la hija de Satanás, y portará la semilla de Satanás.

Si fueras hija de Satanás, no habrías echado a Jesús de tu lado.

Y encima lo habrás pagado con dinero negro, hija de Satanás.

Estaba ansiosa por protestarle: no era una hija de Satanás.

Se apresuraron a obedecerme, lanzándome miradas aterradas, como si fuera la hija de Satanás.

Y tú, hija de Satanás, vístete y sal de aquí.

Las putas, igual que las brujas, eran hijas de Satanás.

Prefieren morir a reconocer que son hijas de Satanás -lerespondió don Juan, refiriéndose a las brujas-

Jeannette... ¡Verdaderamente hermosa, esa hija de Satanás!

Pero conociendo al maestro carpintero, supongo que condenaría por su Biblia a aquellas maderas rebeldes, hijas de Satanás.

-Lahija de Satanás se ha rebanado el cuello -otravez el gordo.