Detrás de un mostrador largo hay un hombre embutido en una silla.

De su interior surgió un hombre embutido en armadura ensangrentada.

Max pudo ver al hombre embutido en una chaqueta de cuero que se acercaba.

Un hombre embutido en una túnica, con el pelo muy corto y mirada sagaz.

Es un hombre embutido en un capote.

El hombre embutido en el largo abrigo bajó del taburete y, desperezándose, se movió en torno a ellos.

Sin embargo, iba claramente dirigido al hombre embutido en la pared e incapaz de dejar de mirar al obispo.

Si fuera posible para un hombre embutido en una armadura poner cara de ofendido, aquél era uno de ellos.

En ese momento, un hombre embutido en una suerte de maillot negro hizo acto de presencia desde la terraza.

Un hombre embutido en un impermeable pálido acababa de salir de un coche negro y estiraba brazos y piernas.

Un hombre embutido en una bata, con los ojos hinchados y la nariz enrojecida, dijo con voz muy ronca, apenas inteligible:

Le di la mano a un hombre embutido en un traje de tres piezas que me hizo pasar a su despacho.

En aquella estancia acababa de descubrir un hombre embutido en unos pantalones de pana y una camisa a cuadros, muy chillona.

Y explicó cómo un hombre embutido en una armadura resplandecería al sol, y luego Pentaquod abordó la cuestión que realmente le preocupaba.

Carne pesada y corpulenta, de un hombre embutido en un abrigo largo y un sombrero ancho, con las manos en los bolsillos.

Ella contempló a ese hombre embutido y graso por cuyo mentón se derramaba la yema del huevo, y sintió que se mareaba.