1
Dime, Kuno, ¿no debería ungirte obispo de la religión del hombre falible?
2
Pero hay que reconocer que es un hombre falible y débil, como los demás.
3
Les estamos pidiendo que elijan a un hombre falible e imperfecto que necesitará de su ayuda y sus oraciones.
4
Por un instante, tratad de deciros: "Soy un hombre falible, tal vez no conozco la Verdad, estoy dispuesto a todos los sacrificios para conocerla mejor...".
5
La iglesia la dirigían hombres falibles, pero representaba ciertos principios inmutables.
6
Hombres falibles y estúpidos cuya tarea había terminado aun cuando no lo sabían.
7
¿Por qué Dios envió a su Hijo al mundo como hombre falible?
8
Hermanas mías, nunca miméis ni aduléis a pobres hombres falibles y sujetos a yerros, sean jóvenes o ancianos, casados o solteros.
9
¿Por qué hizo al hombre falible?
10
El jurado, un jurado de hombres falibles, como diría Kant, lo condenó a cadena perpetua aunque no pudieron encontrar otras pruebas en su contra.
11
Me fue mostrado que se hacen demasiadas comparaciones entre nosotros mismos, tomando a hombres falibles por nuestro modelo, cuando tenemos un Dechado seguro e infalible.