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El hombre orondo estaba asustadísimo, y reaccionaba a la manera popular.

Otro personaje curioso era un hombre orondo y calvo, llamado Alfiórov.

La mujer y el hombre orondo miraron ilusionados a la niña.

El posadero era un hombre orondo y no excesivamente corpulento.

Fortunato no necesitaba tener poderes para saber que aquel hombre orondo se sentía incómodo.

Getende era un hombre orondo y jovial, con apariencia de tener unos sesenta años.

Un hombre orondo vestido con un sarape estaba sentado en una de las sillas.

Era un hombre orondo, de gran papada y nariz chata.

Era un hombre orondo de formas y edad avanzada.

El hombre orondo, muy sorprendido por el espectáculo que había organizado, se puso de pie.

Un hombre orondo, al que Jennifer tomó por el jefe, entró majestuosamente en el local.

Para cuando el hombre orondo se le hubo acercado con engreimiento, era demasiado tarde para escabullirse.

Era un hombre orondo, con las carnes típicas que llegan de la mano de la prosperidad.

Humphrey era un hombre orondo y bajo, cuyos brazos y mentón parecían conectados por un cordel.

Había otro empleado, un hombre orondo de cierta edad, que era tan cobarde como mala persona.