1
Como una hoz de plata, que entre llores que brillan en la obscuridad, siega narcisos.
2
En el cielo brilla la hoz de plata.
3
La luna nueva, como una hoz de plata, caía del lado del Poniente, precedida de Venus.
4
Colgaba del cielo como una hoz de plata, lanzando su luz sobre la granja de abajo.
5
Con ropas deshiladas, pero carnes vigorosas, empuñaba una hoz de plata y comía la sal de los sembrados.
6
La doncella rústica, peregrina del mundo de los sueños, portaba una hoz de plata en la ocasión de la primera vista.
7
A través del follaje de la enramada se veían brillar las estrellas y agrandarse la hoz de plata de la luna.
8
La luna había rodado por el cielo y caminaba, como una hoz de plata, a través de las altitudes tenebrosas, espantables.
9
Y mientras que el hechicero de Valmir llevaba una hoz de plata, el recién llegado llevaba una espada envainada a su costado.
10
Comenzaron a centellar las primeras estrellas en el firmamento, y la luna se levantaba sobre el horizonte como una hoz de plata.
11
La luna lucía su media hoz de plata amarillenta, y los gorriones y jilgueros aposentados en los árboles de los paseos piaban desesperadamente.
12
Hiarbas entregó al sufete una ofrenda en nombre de Argantonio, una hoz de plata que plantó junto a los dones de los héroes griegos.
13
El aprendiz escuchó asombrado, no se atrevió a decir palabra; la delgada hoz de plata subía y estaba ya cubierta en parte por las nubes.
14
Le había sido difícil hacer creer al crepuscular que no lo veía conforme subía hacia los montes de la Hoz de Plata.
15
-¡Lahoz de plata en el cielo!