Jaxom no tuvo más remedio que reírse ante aquella humilde confesión de Ruth.

Ante tan humilde confesión de virtud, Guffy se quedó sin palabras.

Por remate, una humilde confesión mutua, por lo bajo, y una filosófica conformidad:

De hecho, permítanme una humilde confesión profesional: no hay ningún economista que lo sepa.

Todo eso estaba contenido en sus propias palabras, en su humilde confesión en Beauvais.

Debo darme prisa y ofrecerle mi humilde confesión.

En el año 1130 sintiendo que se iba a morir hizo humilde confesión de sus pecados.

Ante tan humilde confesión de pobreza, doña Candelaria pensó que quizás aquel sujeto venía con buenas intenciones.

Allí localizó a las autoridades parroquiales y, tras una humilde confesión, preguntó por el niño que había abandonado.

De este modo, hacía a Pellerin la humilde confesión de sus necesidades, de sus ternuras, de sus pesares.

Mi alma se salvó no por la pureza de mi moral sino por las circunstancias, lo cual es una humilde confesión.

Vuelven a entregarse a la maledicencia, acusando y condenando en forma acérrima a los mismos a quienes habían hecho la más humilde confesión.

Hay en ella una humilde confesión de fracaso, que dista mucho de la petulante confianza con que se expresaba en las cartas a Comet.

-Megustaría poder darte un consejo, pero no se me ocurre ninguno -fuela humilde confesión.

-Novea en eso, mi querido maestro, más que la humilde confesión de mi impotencia ante usted.