Pero a Esch, con su impetuosidad habitual, ya nada podía detenerle.

Con su impetuosidad habitual, enseguida redactó la carta y esa misma noche la envió al correo.

Peggy, con su impetuosidad habitual, se acercó a ella, llevando de la mano a las dos jóvenes.

Con su instinto de mujer adivinó que ambas cosas podían desagradar a Miguel y por eso guardó silencio, a despecho de su impetuosidad habitual.

-SuExcelencia -dijosin pensarlo, con su impetuosidad habitual-,será como usted desea.

Aquella manera de comportarse, tan distinta de su celo y de su impetuosidad habituales, llamó la atención del mayor.

-Sí-respondióHalef con su impetuosidad habitual, de la que esta vez me felicité, pues así me evitó de faltar a la verdad.