Puede ser que tenga razón; se me importa un corno, por otra parte.

Y si al FMI no le gusta me importa un corno.

Pero la sala traducía una borrosa indiferencia, como si el transitivo Nadie le importara un corno.

Y además me importa un corno lo que te parece López y lo que necesitas descubrir en él.

Yo estaba tranquilo y le dije que todo me importaba un corno, que tenía una indiferencia apacible por todo.

Pienso que a un novelista le importa un corno -ledebe importar en realidad un corno-que el lector esté interesado o no.

-¡Meimporta un corno!