Pero, en su infinita bondad, buscó por lo menos aliviar el problema.

Yo convenceré a las principales, si su infinita bondad me lo permite.

De rodillas cayeron los sobrevivientes, para agradecer la infinita bondad del Señor.

Nunca le oí hablar más lenguaje que el de una infinita bondad.

Se volvió hacia la penumbra del vestíbulo y, con infinita bondad, anunció:

Dios, en su infinita bondad, ha velado igualmente por atender mis necesidades.

En su infinita bondad, nuestro Creador Todopoderoso ha sido bueno con usted.

Sin embargo, el rostro de la reina era de infinita bondad y sabiduría.

Gracias por ser como eres, Elenita: gran escritora y mujer de infinita bondad.

Y me tomaría una botella por día en honor a su infinita bondad.

Así que se santiguó, conmovido por Su infinita bondad, y la miró dulcemente.

Y tendiéndole su mano acogedora le dijo dulcemente, con infinita bondad:

Autoridad sí, pero con dulzura, cariño, comprensión y una infinita bondad.

Dios en su infinita bondad hará que se ilumine tu cerebrito.

En Ámsterdam, Dios, pese a su infinita bondad, no puede estar en todo.

Pero Dios, en su infinita bondad, se apiadó de los musulmanes.