No tarda en hacerse el vacío en torno al j oven demente.

Solías salir con él cuando eras más j oven y más estúpido.

Y además, empezaba a dudar del equilibrio mental de su j oven visitante.

Cruzó la puerta y persiguió al j oven hasta un tren de vapor.

El j oven de la CANU torció el gesto y miró su reloj.

Es j oven y siente sus venas llenas de sangre caliente.

Tal vez la j oven estaba atendiendo un parto y no había regresado aún.

El j oven, turbado hasta ponérsele las orejas carmíneas, apenas pudo murmurar entre dientes:

Iba de chica j oven, esta vez vestida de camarera-

Las solapas de su abrigo casi le cubrían el rostro, pero noté que era j oven.

No obstante, reflexionó sobre la turbación de la j oven con un sentido filosófico no exento de asombro.

Alto y peludo, sin afeitar y sin asearse, no podía ser más distinto al j oven y elocuente Renco.

Se trataba de Max, el más j oven de los prisioneros si no se tenía en cuenta a Misha.

A los padres les gusta que la maestra sea linda, que sea j oven, que bese a los niños.

Un j oven como usted, con una bonita voz, ¡eh!, podría ser uno de esos que anuncian en la televisión.

El j oven, con la nariz y la boca sangrantes cayó hacia atrás, inconsciente, sobre la hierba y las hojas.