Esa seguridad era uno de los placeres de trabajar con Johnny Reb.

Momentos después penetraban en el extraño recinto Johnny Reb y Geoffrey Larson.

Se apartó de la ventana y se agachó junto a Johnny Reb.

Había bajado a rascar roña del hocico del viejo Johnny Reb.

Echaron las amarras y, mientras los pasajeros desembarcaban, Johnny Reb empezó a hacer fotos.

Johnny Reb colgó el teléfono en el piso de Cuxhaven.

Llevaba un traje con chaleco, de color gris Johnny Reb.

Johnny Reb estaba muy seriamente comprometido con esta afirmación.

Johnny Reb sabía cuándo echar mano de la edad.

Como el grito de Johnny Reb en la guerra de Secesión antes de lanzarse al ataque.

Ahora fue Johnny Reb quien tomó la cabeza.

Hubo un zumbido en la radio de Johnny Reb, y Converse la arrancó del pecho del sureño.

Salvaste al pobre Johnny Reb tres veces.

-Estelugar tiene toda una historia -susurróJohnny Reb junto a Joel-

Johnny Reb había pasado ya de la primera y señalaba sucesivamente en diferentes direcciones con gesto firme y rápido.

¿Acaso crees que Johnny Reb va a volver a atacar?