Grisam, entretanto, había encontrado a un joven gamo herido en una fosa.

Si volvía la cabeza bruscamente podía sacarle un ojo al joven gamo.

Sus formas son redondeadas, y su piel tiene la textura de un joven gamo.

El joven gamo las mordisquea con sus incisivos.

Un joven gamo podía desafiar a uno de los grandes y poderosos machos y perder con honor.

Imaginaos un hombre: es fuerte como un toro, grácil como un joven gamo, vistoso como un leopardo.

Durante los días sucesivos, el joven gamo se siente indispuesto y se deja avasallar por otros ciervos.

Pero el joven gamo, cuando te acercas a él, se ve obligado a encorvarse, y de esa forma besa la tierra.

Echó a correr como un joven gamo mientras que Enkidu y yo nos secábamos el sudor del rostro y considerábamos la situación.

En cuanto a sus movimientos, poseían una cadencia indolente que les concedía cierta gracia lánguida y cruel de niña, o de joven gamo.

Los jóvenes gamos que las acompañaban estaban destetados.

Renació la calma, aunque los chicos, puestos sobre aviso, prestasen oídos, como los jóvenes gamos, en dirección al ruido.