Probablemente, aquí se abría la boca de la estatua del kareal, su esencia inmortal.
2
Hoy, el honor corresponde al kareal.
3
Abriéndose paso bajo la montaña, conducía a la cámara del sarcófago, donde el kareal comulgaba con el dios oculto.
4
Solo tres colosos perpetuarían la presencia del kareal; mutilado, el cuarto sería testimonio del envejecimiento y la imperfección inherentes a cualquier obra humana.
5
Ramsés intentó abstraerse del ruido y concentrarse en su papel ritual: llevar los dioses hasta Luxor, el templo de la regeneración del kareal.