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El kepis del teniente Rochas se lo llevó un pedazo de hierro.
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Firme y con la mano derecha a la altura del kepis.
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Lucían uniformes de paño gris y kepis adornados con ramitas verdes.
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Leducq, cuarenta años bien llevados, se quitó el kepis y cruzó el umbral.
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Su cabello estaba oculto bajo gorras o kepis, solo unas pocas llevaban pañuelo.
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Se llevó la mano derecha a la visera del kepis y dijo cortésmente:
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Llevó la silla, sujetando cuidadosamente con la mano izquierda el kepis del húsar.
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Quitóse el kepis para limpiar el sudor, y los fósforos cayeron al suelo.
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Pero tenía kepis, botones brillantes y algo dorado en el cuello.
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Proteger la cabeza con sombreros o kepis, así como los ojos.
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Incluso los kepis y uniformes de gala pedidos por los militares de la Junta.
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De pronto asomaban el kepis, los lentes, el junquillo y el talle de avispa.
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Me pareció también que los lentes y el kepis eran gigantescos, vistos de cerca.
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Y había dejado caer las monedas de oro en el kepis que Juan le tendía.
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Mientras llevaba puesto su kepis era de su estatura.
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El oficial se quitó el kepis hasta los pies.