Por ejemplo, ni su rey ni los nobles poseen tierras de labrantío.

Los surcos de su rostro formaban el mayor labrantío de aquellas tierras.

Era un paisaje rocoso, aunque con cultivadas y ordenadas tierras de labrantío.

Así pues, desviándose en aquel punto del camino, atravesaron el labrantío.

De un extremo a otro de un vasto labrantío trabajaban centenares de personas.

Ajetatón comprendía una extensa franja de tierras de labrantío en la ribera occidental.

Las tierras de labrantío a ambos lados estaban cubiertas de escarcha.

Entre el palacio y el muladar había cuadros de labrantío y de horticultura.

Estaba rodeado de prados, jardines, surtidores, pesquerías y tierras de labrantío.

Salió al descampado y se internó por el ameno campo labrantío, cuidadosamente cultivado.

Las tierras de labrantío resplandecían en tonos verdes y dorados.

Ni aquella noche en Toscana ni tampoco en el labrantío.

De pronto desparecieron, y Jonas se encontró en un campo o labrantío sin cultivar.

Salieron nuevamente a las tierras de labrantío y los pastos en la cálida noche.

Lucius escaló por la pared de tierra hasta el labrantío.

Y una vez cruzado el labrantío, despidió al heraldo sin darle un solo consejo.