Aun así, quedaba tan poco espacio que tuvo que ladear la cabeza.

Estoy indefensa, no puedo evitar ladear la cabeza para que me bese.

El nombre le hizo ladear la cabeza en un gesto de asentimiento.

Se limitó a ladear la cabeza para ofrecerle lo que más ansiaba.

Tú te limitaste a ladear la cabeza y te encogiste de hombros.

Abbie ladeó la cabeza ante el cambio de orientación de las preguntas.

Ladeó la cabeza, era evidente que buscaba las palabras en su recuerdo.

Anna ladeó la cabeza y le lanzó la pregunta con genuino interés:

Ladea la cabeza como si estuviese considerando las posibilidades, evaluando la situación.

Kukulkan ladeó la cabeza, prestando especial atención a las palabras del inmortal.

Ladeo la cabeza imitando un interrogante de la manera más afectada posible.

Lydia ladeó la cabeza, asombrada ante la autoridad implícita en aquellas palabras.

Ladeaba la cabeza como si reprobara aquella desagradable situación, negando la realidad.

Él ladeó la cabeza para escuchar mi breve canto de tres sílabas.

Luego ladeó la cabeza; aquella gente nunca supo que existieran tales compañías.

Esperanza ladeó la cabeza cortésmente y pasó al lado del señor Carreño.