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TRES Lunes y comienzo a leer las memorias de Keith Richards.
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No supe de la conversación con Proeresio hasta leer las memorias.
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Es imposible leer las memorias de Rachel Plummer sin enjuiciar moralmente a los comanches.
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Quien conocerlos quiera, échese a leer las memorias de Lord
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Después de leer las memorias de Cecil Beaton sé lo que eso significará para él.
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No la engañaba; no hay más que leer las memorias de sus supuestas amigas y familiares.
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Basta leer las memorias de muchos de ellos para comprobar con cuánto agradecimiento se referían a él.
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Se sentó tranquilamente a leer las memorias de la princesa María Luisa por tercera o cuarta vez.
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Sin embargo, a pesar de que me gusta mucho leer las memorias que escriben otros, la confesión personal me desagrada.
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También tendrá que leer las memorias de los misioneros, entre los que figuran buenos etnólogos y conocedores de lenguas orientales.
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Alquilé una habitación en un motel de Fond Du Lac y me dediqué a leer las memorias de John DeVries.
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Es curioso leer las memorias de los dirigentes comunistas (de los de cualquier colectivo, en realidad) con perspectiva comparadora.
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Bastaba con leer las memorias de la época...
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Me eché hacia atrás en mi asiento y me puse a leer las memorias de Lenglet du Fresnoy, recobradas tras muchas aventuras.
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Si otro kiita es capaz de conectar con esa frecuencia también puede leer las memorias de los demás -diceel pequeño de una tacada.
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Desde ese día y hasta hoy no he dejado de leer las memorias de la misteriosa Blanca Montes en cada oportunidad que he tenido.
