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Me senté a mirar cómo caía infinitamente la tarde, morados los lejanos encinares, oscura la tierra, siempre crepúsculo.
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El duque manifestó cierta inquietud, y por largo tiempo su anteojo exploró los lejanos encinares y cerros hacia Levante.
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Manifestaba el General en Jefe cierta inquietud, y por largo rato su anteojo exploró los lejanos encinares y cerros hacia Levante.