La llevé adonde él estaba y él huyó como una liebre asustada.

Los faros de su coche blanquearon los ojos de una liebre asustada.

Notaba que el pulso le latía dentro como una pequeña liebre asustada.

La señora Unwin dijo que la Marquesa había huido como una liebre asustada.

Diana se arrojó a mis brazos, temblando como una liebre asustada.

Solo tardaron un minuto en verlo huyendo como una liebre asustada.

Lo envuelve el aire de temblorosa precaución de una liebre asustada.

Cuando los faros del coche lo iluminaron se volvió como una liebre asustada.

Cranston carraspeó y el hombre se alejó de inmediato como una liebre asustada.

Una liebre asustada corrió en zigzag hasta la zanja que discurría junto al camino.

Su galera escapaba rumbo al sur como una liebre asustada.

Corrí como una liebre asustada hacia los árboles que se alzaban detrás de mí.

Esos segundo que sentís que tu corazón golpea como el de una liebre asustada.

El corazón le brincaba de emoción, como una liebre asustada.

Saliste corriendo después de la comida como una liebre asustada.

Necesito poder moverme tan deprisa como una liebre asustada para evitar que me aplaste.