Se le veía algo desaliñado, como si hubiera llegado al galope.

Dageus había llegado al galope hacía unas horas, sin su hermano.

Dai y Tyr habían llegado al galope poco antes, llamando a gritos a Ronan.

Los galos enseguida habían llegado al galope y habían dejado atrás a la Vigésima Octava.

De repente, Pepote asoma por la puerta con rostro sudoroso -hallegado al galope, seguro.

Inclinándose, sin haber llegado al galope, con un único pie en el estribo, atrapó el brazalete.

Un jinete de la tribu del Cuerno había llegado al galope; su montura estaba empapada de sudor.

Y la guerra ha llegado al galope.

Raimundo había visto desde la colina lo que estaba pasando y había llegado al galope, seguido de cerca por Ramón Ulloa.

Pero en ese momento preciso el caballero misterioso había llegado al galope y enterrado su lanza en la blanca panza de la bestia.

El juez del puente era Shabako, que había llegado al galope desde los blancos, para jabalinas para ocupar su puesto junto al puente.

Era casi medianoche cuando el jinete que había llegado al galope se detuvo en el patio del Gran Osman y desmontó junto al fuego.

Un mensajero, llegado al galope, anunció que el cortejo de la reina de Inglaterra estaba a la vista; en seguida se produjo un gran alboroto.

Se volvió para saludar a Hernández, que había llegado al galope y que acababa de detenerse en seco, en medio de una nube de arena.

- Ypareceque un jinete ha llegado al galope y lo ha descubierto.