Era un lugar sórdido, sin vida ni calidez, muy parecido a su padre.

Era un lugar sórdido, construido pensando en el comercio y no en el confort.

Corría casi para salir cuanto antes de aquel lugar sórdido.

Aquel era un lugar sórdido lleno de cosas que pinchaban.

Era un lugar sórdido pero el casero nos aseguró que no nos pasaría nada.

Un lugar sórdido destinado a una función igualmente sórdida.

No le hubiera gustado que su nieta pasara sus primeros días en un lugar sórdido.

Va a ver, es un lugar sórdido, cuatro clientes.

Era un lugar sórdido, de mobiliario viejo y polvoriento.

Ema había esperado un lugar sórdido y severo.

Un lugar sórdido que apestaba a cerveza rancia.

Era un lugar sórdido, lleno de cantinas, mercadillos y mariachis tocando las veinticuatro horas del día.

Me deshice bruscamente de la presa de Laüme y salí casi corriendo de aquel lugar sórdido.

Can Pou ya no era un lugar sórdido ni triste: era el lugar más bello del mundo.

Al retornar a la pensión, un lugar sórdido y triste, imaginó sus próximos días, sus próximas semanas.

La habían obligado a vender su cuerpo en ese lugar sórdido y miserable mediante alguna otra coacción.