El machodegrajilla deseoso de casarse debe saber hacerse valer sin medios auxiliares especiales.
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Y al decir que un machodegrajilla se había enamorado súbitamente de una hembra, tampoco incurro en antropomorfismo alguno.
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Pero este machodegrajilla, ansioso de cebar, utilizaba mis oídos solo cuando le negaba la boca, y, desde luego, siempre intentaba primero utilizar ésta.
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Todas las formas de exhibición personal de los machosdegrajillas que cortejan se dirigen u orientan hacia una hembra perfectamente determinada.