La mano enjuta se movió tan rápido que ella no supo reaccionar.

Apreté su mano enjuta y delicada, que se fundió en la mía.

Levantó la mano enjuta y, agitándola, nos instó a que nos retiráramos.

Albert se levantó de la silla, turbado, y tomó su mano enjuta.

Su mano enjuta temblaba al alzarla en ademán de inconsciente súplica.

Summerlee cabeceó su reacia conformidad y alargó su mano enjuta a Challenger, diciéndole:

Trató de levantarse enseguida, y entonces sintió una mano enjuta sobre el hombro.

Estaba en la cama protegiéndose los ojos con mano enjuta.

Bordearon estas mesas, luego otra cama, y María dijo, asestando una larga mano enjuta:

Harold leyó lo escrito y se pasó por la frente una mano enjuta y temblorosa.

Agarré aun más fuertemente la mano enjuta, como si temiera perder esta tabla de salvación.

Era una mano enjuta color chocolate, una mano vieja.

Grigori esbozó una triste sonrisa, besó la mano enjuta de su madre y se acercó a Natacha.

Su mano enjuta, de uñas amarillentas, descansaba sobre el hombro de un joven de ojos excitados y curiosos.

Con la mano enjuta coge la lámina, la aparta, y su mirada apática se pierde en el vacío.

Con una mano enjuta mostraba la balanza, símbolo del alimento escaso, que iba a alcanzar el valor del oro.