Han entendía bastante de coladas, y aquella chica no tenía manos de lavandera.

Toulouse-Lautrec le miró las manos , sus ásperas y rojizas manos de lavandera y asintió.

Se miró las manos , manos de lavandera, qué poco duraron sus ahorros y qué difícil era la vida en Cádiz.

Manos de lavandera, de carbonera, de costurera como mi hermana Teresina.

-Presentaya manos de lavandera, la piel está muy arrugada, pero no se desprende, las uñas siguen bien ancladas.

¡Ese pescado, en sus manos de lavandera, parecía el enorme sexo de algún dios del mar castrado por una bacante!

-Piesy manos de lavandera -afirmó ,dejandocaer la extremidad sin delicadeza alguna-:este lleva en el agua una semana por lo menos.