Gareth tenía las manos heladas; los dedos se le habían quedado insensibles.

El cura nota su azoramiento y le abraza con sus manos heladas.

Me echaba el aliento en las manos heladas y esperaba mi turno.

La taza me calienta las manos heladas a través de las manoplas.

Una vez solo, abrió la carta, con las manos heladas de temor.

Más tarde, cuando reanimé mis manos heladas en la cabaña, lo limpié.

Por lo menos los míos, están chorreando y tengo las manos heladas.

Se lo llevaron todo y me dejaron allí, con las manos heladas.

Y estoy harta de tener siempre las manos heladas por el agua.

Se diría que unas manos heladas nos apretasen, nos taladrasen los huesos.

Tenía las manos heladas cuando las coloqué sobre el volante para desaparcar.

Ellis se retorció entre las manos heladas y brillantes que le retenían.

Me estremecí al notar que unas manos heladas me tocaban la piel.

El jesuita extendió el brazo y cubrió las manos heladas de Emanuela.

Tenía las manos heladas y en el estómago un vacío en expansión.

Schultze vio que Ossorio estaba tiritando y que tenía las manos heladas.