El asintió y rozó la mejilla materna con su mejilla buena.

Colt le puso la mano en la mejilla buena, aún caminando hacia atrás.

Abrumada por el alivio, apoyé la mejilla buena en el hombro de mi hermano.

Se había vuelto de manera mecánica para presentar a su madre la mejilla buena.

Me limpié la mejilla buena de nuevo, con cuidado para no tocar el ojo morado.

A las seis y media la besé en la mejilla buena y le dije que tenía que irme.

Ella alargó el dedo para acariciarle la mejilla buena, pero él la detuvo y se lo sujetó con delicadeza entre los suyos.

Sonrió, pese a todo -conel lado de su cara que aún podía- , ymeofreció su mejilla buena para que la besara.