Pero, sobre todo, su miradaaguamarina me atravesó como un rayo.
2
Sonrió ante aquella turbadora miradaaguamarina y respondió:
3
Don Francisco clavó en mí su miradaaguamarina.
4
Se había enamorado como una colegiala y flaqueaba ante su miradaaguamarina que le imploraba un alto el fuego.
5
Aquella miradaaguamarina, aquella nariz minúscula y perfecta, sus labios... ¡eran los de la diosa con la que había soñado en Nazaret!
6
Las voces se fueron calmando y, poco después, Dougall hacía acto de presencia con su miradaaguamarina y su sonrisa colorada y falsa.
7
Gabriel me escuchó atentamente y luego desvió su miradaaguamarina, como si estuviera recogiendo todos los fragmentos de mi narración atropellada para buscar la explicación.
8
Miradaaguamarina, mechones rubio oscuro, piel de porcelana.
9
-Lemiró directamente a los ojos, inmovilizándolo con su miradaaguamarina, lo primero que le había fascinado cuando se conocieron-
10
-Bajola dulce miradaaguamarina, y la mies de tu pelo, sostiene el día su vuelo, hasta alcanzar su gloria vespertina.