Está intentando sorprender debilidades, errores, momentos de descuido, y no hay ninguno.

No sabrían cuándo nos alejamos, ni aprovecharían nuestros momentos de descuido.

Y... ¿no abundan los lugares apartados y los momentos de descuido?

Fueron esos momentos de descuido los que comenzaron a perturbar la cabecita de Grace.

Tres personas se cortaron dedos en momentos de descuido.

Incluso los más sabios tienen sus momentos de descuido.

Al menos, ahora entendía la culpabilidad que había visto en su cara en momentos de descuido.

La falta de foco le confería, en sus momentos de descuido, una expresión de pánico, de angustia.

Suponía que Narraway sentía afecto por ella, porque lo había visto en su rostro en momentos de descuido.

Emily lo había visto en su semblante, en sus ojos cuando lo había mirado en momentos de descuido.

Y bien: gracias a esos breves momentos de descuido, podemos penetrar ahora en el intrincado misterio de este asunto.

En los momentos de descuido, una seriedad melancólica le da a su ser un matiz desdeñoso y una solemnidad soberbia.

Matthew había visto en los ojos de su hermano, en fugaces momentos de descuido, que éste era consciente de ello.

Mientras reflexionaba, empezó a recordar una mirada que había visto ocasionalmente en los ojos del calishita, en momentos de descuido.

No lo conseguía del todo, porque el recuerdo de mi hermana se me seguía apareciendo en algunos momentos de descuido.

Nos quedamos ocho días en Ascona y durante ese tiempo notaba la garganta menos atenazada cuando la miraba en momentos de descuido.